Ninguna persona está exenta de experimentar cambios en su cuerpo como resultado del proceso natural de envejecimiento, los que modifican no sólo su funcionamiento, sino también su apariencia. Es por las características de la piel de áreas como el rostro y el cuello que los signos del envejecimiento resultan más evidentes, pero afortunadamente hoy en día existen numerosos procedimientos realizados por cirujanos plásticos en Monterrey para revertir el proceso y mejorar su apariencia. Si desean conocer más acerca de estas opciones, los invitamos a continuar leyendo, pues dedicaremos esta publicación en nuestro blog a hablar de ellas.
Para comenzar, es importante que tengan presente que las alteraciones en la estructura de la piel, las que afectan su composición, textura, elasticidad y firmeza, se presentan de manera completamente natural por el envejecimiento de los tejidos de la piel. Si bien esto es algo que ninguna persona puede evitar, sí existen algunos factores que aceleran el proceso de envejecimiento, de ello que se recomiende tener cuidados como evitar la exposición prolongada al sol y proteger la piel de las zonas más sensibles, como el rostro y el cuello de las temperaturas extremas, del polvo y la suciedad, así como de otros agentes agresores. Una vez que se han presentado los daños llega a ser difícil revertirlos utilizando opciones naturales, y adoptar medidas de cuidados en todo caso solo permite hacer más lenta la aparición de los signos de envejecimiento, más no evitar que se presenten. Por ello, para todas aquellas personas que tienen inconformidad con la apariencia de su rostro y cuello, existen opciones quirúrgicas que los cirujanos plásticos en Monterrey certificados pueden llevar a cabo.
Como ya mencionamos, la piel del rostro y del cuello suele ser más sensible, en gran medida por las características naturales de la piel que en estas zonas es más delgada y porque se encuentra expuesta directamente a agentes potencialmente dañinos. Esto da como resultado que estas zonas del cuerpo muestren signos de envejecimiento y daño, como líneas de expresión y flacidez, que afectan la apariencia general de quienes los presentan. La opción quirúrgica disponible actualmente para mejorar la apariencia de rostro es la ritidectomía, conocida comúnmente como estiramiento facial. En este procedimiento quirúrgico estético se realiza un estiramiento de los tejidos blandos del rostro, se retira el exceso de piel y se reacomoda en los contornos, y por lo regular se lleva a cabo con un procedimiento complementario para el estiramiento de cuello, llamado platismoplastia.
Quienes se encuentren interesados en someterse a alguno de estos procedimientos quirúrgicos deben consultar a un cirujano especializado que les brinde la orientación adecuada respecto a las características de la operación y los resultados realistas que pueden esperarse. Uno de los primeros puntos que resaltan los cirujanos es que ni la ritidectomía ni la platismoplastia modifican la calidad de la piel del rostro o cuello, razón por la que si se presenta además de un aspecto de flacidez en la piel, líneas de expresión, arrugas o daños por el sol, considerar un rejuvenecimiento de piel puede ser una buena opción. Adicionalmente, según el tipo de resultados esperados y el nivel de afectación en la apariencia del rostro por el envejecimiento, el cirujano puede recomendar una cirugía de párpados o una cirugía de cejas, entre otras opciones para lograr una apariencia más armónica.
Los casos en los que se plantea considerar realizarse un estiramiento facial y un estiramiento de cuello son aquellos en los que la piel de estas zonas al perder elasticidad se volvió floja, dándole una apariencia de caída; cuando los pómulos presentan flacidez, cuando hay un exceso de piel colgante en la línea de la mandíbula; cuando se ha perdido definición en el cuello y existe un exceso de grasa; cuando las arrugas de los ojos y del labio inferior y mentón se vuelven muy profundas; cuando las bandas de la piel del cuello en sentido vertical son visibles. Ahora bien, al igual que con cualquier otro procedimiento quirúrgico, antes de que el cirujano se disponga a realizar la operación debe valorar una serie de aspectos médicos para determinar si el interesado es un buen candidato, lo que permitirá reducir los riesgos de complicaciones.
Un procedimiento de estiramiento fácil no se recomienda a personas que toman anticoagulantes, ya que ello puede incrementar los riesgos de hemorragia, a quienes padecen enfermedades que pueda interferir en la cicatrización, tales como hipertensión arterial o diabetes no controladas. Cuando se tienen antecedentes de subir y bajar de peso continuamente, es posible que el cirujano recomiende opciones de control de peso para evitar que los resultados del estiramiento facial se pierdan de manera prematura. Finalmente la operación no es recomendable para personas fumadoras, aunque puede bastar seguir un proceso de preparación con suspensión de consumo de tabaco previo a la cirugía, así como cambios en los hábitos después del procedimiento, para que una persona con hábitos de tabaquismo en el pasado pueda someterse a un estiramiento facial.
Los riesgos que implica la operación es otro de los aspectos que los cirujanos discuten con los pacientes interesados en una cirugía de estiramiento facial y de cuello y conocer esta información es clave para tomar una decisión. Los riesgos más comunes incluyen las cicatrices de la incisión realizada para tensar la piel, las que son permanentes. Este riesgo es el menos preocupante gracias a que se pueden disimular bien con la línea del cabello y con los contornos del rostro y las orejas. Otro riesgo es la hinchazón y los moretones, considerados efectos secundarios normales de la operación. La hinchazón y los moretones suelen desaparecer después de varias semanas con los cuidados necesarios.
Los cambios en los niveles de sensibilidad de la piel son catalogados también dentro de los riesgos o efectos secundarios del estiramiento facial, y son debidos a la reubicación de los tejidos, lo que llega a afectar los nervios superficiales. Existe además un riesgo de lesión en el nervio facial, aunque esto raramente llega a ocurrir presenta mejoría con el paso del tiempo. Finalmente, la caída de cabello en las áreas cercanas a donde se realizó la incisión es un riesgo, así como la pérdida de piel por falta de irrigación de sangre a los tejidos cutáneos faciales, un riesgo que se incrementa si no se guardan los cuidados necesarios, como dejar de consumir tabaco durante el periodo de recuperación.
En futuras publicaciones en este blog les hablaremos de otros aspectos que se recomienda tener en cuenta antes de decidirse a someterse a un estiramiento facial y de cuello, así como de la manera en que se lleva a cabo el procedimiento. Les recordamos que elegir cirujanos plásticos en Monterrey certificados con experiencia en este tipo de procedimientos es fundamental para poder obtener los mejores resultados posibles, y en este sentido, los servicios del Dr. Gerardo Castillo son una excelente opción. Si desean agendar una cita o solicitar mayor información sobre sus servicios los invitamos a contactarnos, para nosotros será un placer atenderlos.